¿Cuándo hacer rayos X en odontología?

Los rayos X dentales son una de las herramientas más importantes en la odontología moderna. Aunque muchos pacientes los asocian únicamente con problemas graves o tratamientos complicados, en realidad son un recurso diagnóstico esencial que permite al dentista detectar situaciones que no siempre son visibles a simple vista.


¿Qué son los rayos X dentales?

Los rayos X son imágenes que utilizan radiación en dosis muy bajas para obtener una vista detallada de la estructura de los dientes, huesos y tejidos que rodean la boca. Gracias a ellos, los odontólogos pueden:

  • Ver caries en etapas tempranas.
  • Detectar infecciones en raíces.
  • Evaluar la salud de los huesos maxilares.
  • Observar dientes que aún no han erupcionado, como las muelas del juicio.
  • Planificar tratamientos de ortodoncia o implantología.

En pocas palabras, son una ventana que revela lo que no se puede observar durante una revisión dental común.


¿Cada cuánto tiempo se deben hacer rayos X dentales?

No existe una única respuesta que aplique a todos los pacientes. La frecuencia con la que se recomienda depende de factores como la edad, el historial médico, el estado de la boca y los riesgos individuales.

En general, las recomendaciones más comunes son:

  • Niños y adolescentes: pueden necesitar radiografías más frecuentes porque sus dientes y huesos están en desarrollo y son más propensos a las caries.
  • Adultos sin problemas dentales recientes: cada 1 a 2 años es suficiente.
  • Pacientes con antecedentes de caries o enfermedades de encías: se pueden requerir con mayor frecuencia, incluso cada 6 meses o 1 año.
  • Tratamientos específicos (ortodoncia, implantes, extracciones): se hacen radiografías adicionales según lo que indique el dentista.


Casos comunes en los que se recomiendan rayos X dentales

1. Caries no visibles a simple vista

Muchas veces las caries comienzan en zonas que el dentista no puede observar con solo mirar la superficie del diente, como entre los dientes. Los rayos X ayudan a detectarlas a tiempo.

2. Evaluación de las encías y huesos

En pacientes con enfermedad periodontal, los rayos X permiten medir el nivel de hueso que sostiene los dientes y evaluar el avance del problema.

3. Seguimiento de tratamientos dentales

Después de una endodoncia (tratamiento de nervio), los rayos X confirman que el procedimiento se realizó correctamente y que no existen infecciones residuales.

4. Ortodoncia

Antes y durante un tratamiento de brackets o alineadores, las radiografías son fundamentales para ver la posición de los dientes y planificar los movimientos necesarios.

5. Extracción de muelas del juicio

Las muelas del juicio suelen estar retenidas o crecer en ángulos incorrectos. Los rayos X permiten evaluar su ubicación exacta y decidir si es necesario extraerlas.

6. Colocación de implantes

Antes de poner un implante, los dentistas deben asegurarse de que exista suficiente hueso en la mandíbula. Las radiografías, e incluso tomografías, son la clave para planificar este procedimiento.

7. Golpes o traumatismos dentales

En caso de accidentes, los rayos X ayudan a identificar si hay fracturas internas en los dientes o daño en la raíz.


Tipos de rayos X en odontología

Existen varios tipos de radiografías que se usan según la necesidad:

  • Bite-wing (de aletas de mordida): muestran los dientes superiores e inferiores en una pequeña área. Son las más comunes para detectar caries.
  • Periapicales: enfocan uno o varios dientes completos, desde la corona hasta la raíz.
  • Panorámicas: ofrecen una vista general de toda la boca, incluyendo mandíbula, maxilar y articulaciones.
  • Tomografía 3D (CBCT): utilizada en casos más complejos, como implantes o cirugías.


¿Son seguros los rayos X dentales?

Sí. La cantidad de radiación utilizada es muy baja y segura tanto para adultos como para niños. Además, se utilizan siempre chalecos de plomo y protectores especiales para reducir aún más la exposición.

De hecho, la exposición a los rayos X dentales es mínima si la comparamos con otras fuentes de radiación natural a las que estamos expuestos diariamente (como la luz solar o dispositivos electrónicos).


Beneficios de hacerse rayos X a tiempo

  • Prevención de problemas graves: una caries detectada temprano se trata fácilmente, evitando dolor y tratamientos más costosos.
  • Ahorro de dinero y tiempo: un diagnóstico a tiempo significa menos visitas de emergencia.
  • Mayor seguridad en los tratamientos: desde ortodoncia hasta implantes, los rayos X permiten al dentista trabajar con precisión.
  • Cuidado integral de la salud: algunas infecciones dentales pueden afectar otras partes del cuerpo si no se detectan a tiempo.